Marxismo y Literatura
Resumen de "Marxismo y literatura" de Raymond Williams Cultura En la mayorías de las disciplinas modernas se dan por sentado los términos como “Cultura”, “Sociedad” y “Economía”. Sin embargo, estos significados no siempre fueron los mismos sino que cambiaron en el desarrollo histórico. 1. En el caso de cultura, hasta el siglo 18, esta estaba aparejada al cultivo de la tierra. Sin embargo, a partir de los cambios económicos y sociales ocurridos durante este siglo hicieron que se redefina el concepto de cultura. 2. A partir de la nueva racionalidad histórica de la Ilustración, el concepto de cultura se lo igualó al concepto de “Civilización”, y se contrastaba con el concepto de “barbarie”. Por lo tanto, una persona culta era aquella que había adquirido el refinamiento y el orden de la Ilustración. Se termina con la idea concepción de la historia estática, y se pasa a tener una concepción dinámica de la historia. Los hombres producen su propia historia, pero de una manera especial: solamente algunos de ellos(europeos, especialmente las ciudades de Inglaterra y Francia) habían alcanzado el grado de civilización. Los primeros en oponerse fueron los sistemas religiosos y metafísicos más antiguos. Luego hubo dos respuestas que se oponían a esta concepción de cultura. La primera presentaba un sentido diferente del crecimiento y el desarrollo humano, y segundo, la idea del socialismo, que proponía una crítica social e histórica junto a una alternativa de “civilización” y la “sociedad civil” consideradas como condiciones fijas y realizadas. 3. La primer respuesta vino de la mano de Rousseau. El decía que la cultura era un estado “artificial”, en oposición al “natural”, el cultivo de las propiedades externas (la urbanidad y el lujo) en oposición a las necesidades “internas”. Entonces, plantea reemplazar este viejo sentido de la cultura-civilización por un proceso de desarrollo “interior” o “espiritual”. Se comenzó a asociar a la cultura con la vida interior: lo subjetivo, la imaginación, lo individual. El énfasis religioso se debilitó y fue sustituido por lo que en realidad era una metafísica de la subjetividad y el proceso creativo. La cultura se la comenzó a asociar con el arte. “La cultura” era entonces la secularización, a la vez que la liberación, de las formas metafísicas primitivas.(ruptura con la concepción exterior de la civilización) IDEALISMO Y ROMANTICISMO 4. Sin embargo, a medida que se desarrolló la sociedad industrial, se fueron produciendo conflictos políticos y sociales. A partir de este momento, la “civilización” se volvió un término ambiguo: por un lado, denotaba un desarrollo progresivo y esclarecido, y por otro un estado realizado y amenazado (desarrollo vs realizado). En el concepto de cultura aparece también esta contradicción (cultura como un estado recibido vs cultura como un proceso continuo). La respuesta a esta contradicción fue el socialismo. El marxismo consideró la concepción “civilización” como propia de la sociedad burguesa creada por el modo de producción capitalista. En este sentido, la civilización no solamente había producido riqueza órden y refinamiento, sino también, como parte del mismo proceso, probreza, desorden, y degradación. El marxismo critica al idealismo por ubica a la cultura por fuera de lo material (ya que se fomenta lo subjetivo, lo interno, todo aquello que tiene que ver con el alma y no con lo material). Sin embargo, cae en el mismo error en la metáfora de la base y superestructura. La cultura se la coloca en la superestructura, determinado por lo económico que es la base. Por lo tanto no se considera el rol de la cultura integrado a lo económico sino como mero reflejo de este. 5. Para Williams y los culturalistas, se debe colocar en el centro el concepto de “cultura” integrado a la realidad material. En este sentido, “Cultura” pasa a denominarse como el proceso social total en el cual los hombres configuran sus vidas. La cultura se va configurando por múltiples interrelaciones y no solamente por el determinismo económico. (Crítica a la abstracción-por ser idealista-) Por otro lado, todas las concepciones de cultura era unilineales. Por eso mismo se hablaba de “Cultura”. En cambio debería hablarse de “culturas” antes que de “cultura”, y pensar en pueblos y naciones orgánicas en vez del universalismo exterior de la Ilustración.(Crítica a la unilinealidad) Base y Superestructura El concepto de superestructura puede ser confuso, ya que Marx lo utiliza en tres sentidos diferentes. Por tanto, es conveniente diferenciar cada uno de los sentidos para comprender de que se habla cuando se utiliza el concepto superestructura: 1. Las formas legales y políticas que expresan verdaderas relaciones de producción existentes (las “instrucciones”) 2. las formas de conciencia que expresan una particular concepción clasista del mundo (las formas de conciencia-abstracto-) 3. un proceso en el cual, respecto de toda una serie de actividades, los hombres tomen conciencia de un conflicto económico fundamental y lo combatan.(las prácticas políticas y culturales-práctico-) Estas tres áreas están relacionadas y por ello en el análisis deben interrelacionarse. Por otro lado, la base es un modo de producción en un estadio particular de su desarrollo, no es jamás uniforme o estático. Williams critica la distinción entre base y superestructura como dos áreas, en la que la base determina la superestructura, diciendo que es una concepción idealista. Ambas están integradas, existiendo una conexión indisoluble entre producción material, actividad e instituciones políticas y culturales y la conciencia. La Hegemonía El concepto de “hegemonía” fue tomado de Antonio Gramsci. Él planteó una distinción entre “dominio” y “hegemonía”, siendo el primero la coerción durante un periodo de crisis y “hegemonía” se da en la situación más habitual. El concepto de hegemonía incluye a los dos conceptos: 1- Cultura: proceso social total en que los hombres definen y configuran sus vidas 2- Ideología: sistema de significados y valores que constituye la expresión o proyección de un particular interés de clase. El concepto de “hegemonía” tiene un alcance mayor que el concepto de “cultura” por su insistencia en relacionar el proceso social total con la distribución del poder y la influencia(en el concepto de cultura no aparece la distinción de clases y el poder de influencia de una clase sobre la otra). Afirmar que los “hombres” definen y configuran por completo sus vidas sólo es cierto en un plano abstracto. En toda sociedad verdadera existen ciertas desigualdades específicas en los medios y por lo tanto en la capacidad para realizar este proceso. De la misma manera, el concepto de “hegemonía” tiene un alcance mayor que el concepto de “ideología”. No solamente resulta decisivo el sistema conciente de las ideas y creencias, sino todo el proceso social vivido, organizado prácticamente por significados y valores específicos y dominantes(no solamente las ideas, se incluyen las prácticas). Cuando se habla de hegemonía, no se reduce la conciencia a las formaciones de la clase dominante, sino que comprende las relaciones de domincación y subordinación según sus configuraciones asumidas como conciencia práctica, como una saturación efectiva del proceso de la vida en su totalidad; no solamente de la vida actividad política y económica, no solamente de la actividad social manifiesta, sino de toda la escencia de las identidades y las relaciones vividas a una profundidad tal que las presiones y límites de lo que puede ser considerado en última instancia un sistema cultural, político y económico nos da la impresión a la mayoría de nosotros de ser las presiones y limites de la simple experiencia y del sentido común. La hegemonía constituye todo un cuerpo de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida(son experimentados como prácticas)(pag 131) En este sentido es una cultura, pero una cultura que debe ser considerada asimismo como la vivida dominación y subordinación de clases particulares. (vendría a ser la dominación ideológica pero internalizada en la práctica cotidiana, la conciencia práctica la llama Williams) Por lo tanto, lo cultural no constituye una superestructura porque la tradición y la práctica cultural son comprendidas como algo más que expresiones superestructurales-reflejos- de una estructura social y económica configurada. Por el contrario, se hallan entre los procesos básicos de la propia formación. La hegemonía es un proceso, por tanto debe ser continuamente renovada, recreada, defendida y modificada; también es continuamente resistida, limitada, alterada, desafiada, y de ello deviene que cada vez que haya una hegemonía habrá una contrahegemonía y una hegemonía alternativa, que son elementos reales y persistentes de la práctica. Siempre la hegemonía es dominante, pero jamás lo es de un modo total o exclusivo. A ello se debe que todo proceso hegemónico debe estar en un estado especialmente de alerta y receptivo hacia las alternativas y la oposición que cuestiona o amenaza su dominación. Williams plantea también el debate acerca de si realmente las hegemonías alternativas tienen un origen independiente o si están limitadas y originadas por la hegemonía dominante. Su respuesta es que aunque moldeadas por la cultura hegemónica, las culturas afirmativas constituyen una ruptura significativas respecto de ella, y ello generará una reacción de la hegemonía, convirtiendo en dinámico el proceso. Tradiciones, instituciones y formaciones Hay tres aspectos dentro de cualquier proceso cultural: la tradición, las instituciones y las formaciones. La tradición no es solamente la supervivencia del pasado, sino que es la expresión más evidente de las presiones y límites dominantes y hegemónicos. La tradición es el medio de incorporación práctico más poderoso. Williams se refiere a “tradición selectiva” es “una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y un presente preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social”.Es selectiva porque a partir de un área total posible del pasado y el present, dentro de una cultura particular, ciertos significados y prácticas son seleccionados y acentuados, y otros significados y prácticas son rechazados o excluidos. Lo que debe decirse entonces acerca de toda tradición es que, antes que ser una mera supervivencia del pasado, constituye un aspecto de la organización social y cultural contemporánea del interés de la dominación de una clase específica. Es una versión particular del pasado que pretende conectarse con el presente. En la práctica, la tradición es un sentido de predispuesta continuidad(lo más importante: la tradición es la selección de sucesos pasados que se rescatan en el presente y lo configuran, la selección es realizada y beneficia a los intereses de la clase hegemónica). La tradición ratifica siempre el órden contemporáneo. (contraste con thompson). La tradición es un proceso muy poderoso, ya que se halla ligado a una serie de continuidades prácticas- familias, lugares, instituciones, un idioma- que son directamente experimentadas. Por otro lado es también un proceso vulnerable ya que en la práctica debe descartar áreas de significación totales, reinterpretarlas, diluirlas o convertirlas en formas que sostengan –o al menos no contradigan- los elementos verdaderamente importantes de la hegemonía habitual. Es un pasado que retifica el presente y da indicaciones del futuro. Thompson vuelve a decir que es poderosa por que se haya sumamente capacitada para producir conexiones activas y selectivas, dejando a un lado las que no desea bajo la denominación de “fuera de moda” o “nostálgicas” y atacando a las que no puede incorporar considerándolas “sin precedentes” o “extranjeras”. Y también es vulnerable porque pueden son recuperables y gran parte de las continuidades prácticas alternativas o en oposición son todavía aprovechables(sus inclusiones o exclusiones son alentadas o desalentadas selectivamente). Las formaciones son los movimientos y tendencias efectivos, en la vida intelectual y artística, que tienen una influencia significativa y a veces decisiva sobre el desarrollo activo de una cultura y que presentan una relación variable(alternativa) y a veces solapada con las instituciones formales. Las instituciones tienen una profunda influencia sobre el proceso social activo. (Ej. La educación transmite las habilidades y el conocimiento necesarios, pero siempre a través de una selección particular de la totalidad de la esfera aprovechable). En las sociedades modernas debemos sumar los medios de comunicación, que materializan las noticias y la opinión seleccionada y también una amplia gama de percepciones y actitudes seleccionadas. Dominante, residual y emergente Lo dominante es lo hegemónico. Lo arcaico es lo que se reconoce plenamente como un elemento del pasado para ser observado que ocasionalmente puede ser “revivido”. Lo residual es algo muy diferente. Lo residual ha sido formado efectivamente en el pasado, pero todavía se halla en actividad dentro del proceso cultural, no sólo como un elemento del pasado, sino como un efectivo elemento del presente. Lo residual puede presentar una relación alternativa e incluso de oposición con respecto de la cultura dominante. La cultura dominante, en tanto, incorpora a lo residual – a través de la reinterpretación, la disolución, la proyección la inclusión y la exclusión discriminada – como el trabajo de la tradición selectiva se torna especialmente evidente. Emergente son aquellos nuevos significados y valores, nuevas prácticas, nuevas relaciones y tipos de relaciones que se crean continuamente. La cultura emergente depende fundamentalmente del descubrimiento de nuevas formas o de adaptaciones de forma. Para Williams, lo que se debería observar es la preemergencia activa e influyente aunque no esté plenamente articulada, ya de esa manera se podrá examinar el concepto de estructura de sentir. Estructuras del sentir Las estructuras del sentir es lo social atravesando lo individual, sobre todo en la conciencia práctica. Es decir cuando ciertas conductas que son sociales son incorporadas por los individuos en sus prácticas cotidianas. Esta es una hipótesis cultural que intenta explicar los elementos sociales e individuales que en su tensión inherente quieren ser entendidos tal como son vividos y sentidos activamente, y no entendiendo a la cultura como algo estático y ya pasado. Desde una perspectiva en principio sociológica, el crítico galés Raymond Williams insistió en el uso de la noción de “estructuras del sentir” para construir una descripción teórica de “cultura” como el proceso de “interacción”, “conflicto”, tensión incómoda, disturbio, malestar, resistencia, atasco, cruce más o menos violento entre ideología y experiencia. Frente al “modelo social” articulado en expectativas, convenciones, ideas y actitudes valoradas y disponibles (“lo que se piensa que se está viviendo”), la literatura o el arte emergen como la configuración material de lo que -fuera de esas articulaciones- se está experimentando, siempre disimétrico o divergente respecto del modelo en la medida en que las relaciones sociales nunca son otra cosa que prácticas de sujetos históricos, vidas en proceso, amenazas siempre activas de la desujeción y la incertidumbre. Arte o literatura serían así reacciones y respuestas, presiones y bloqueos con que “lo vivido” se produce en términos de un excedente que en cada caso deja “constancia de las omisiones” y altera tarde o temprano los límites de una hegemonía que sólo parcialmente puede incorporarlo. Las estructuras del sentir. Es: Estructura: un grupo de relaciones internas específicas, entrelazadas y a la vez en tensión. Es asi mismo una experiencia social que todavía se halla en proceso, que a menudo no es reconocida verdaderamente como social sino como privada*, pero que tiene sus características emergentes, conectoras y dominantes y sus jerarquías específicas. (es social de dos maneras: primero, en el hecho de que son cambios de presencia y segundo A través de la misma es posible vincular la experiencia del presente con la del pasado; el sentimiento con el pensamiento; lo socialmente construido con lo personalmente vivido. Esta interacción y la conciencia generada de ella, es dinámica y permanente, constructiva y deconstructiva por lo que se habla de experiencias sociales en solución, donde diversos grupos e individuos resignifican lo vivido. Por lo general, las mutuaciones y tensiones en las estructuras del sentir anticipan los cambios sociales que luego se consolidarán tanto en las intituciones como en las conductas individuales. El ejemplo que nos da Raymond Williams es que en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo Xvii, coexistían dos estructuras del sentir, lsa de los puritanos derrotados y las de la Restauración Monárquica
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7 comentarios:
Love u por el resumen !!!
Muy bueno. Buscaba info porque andaba con ganas de comprarme el libro. Muchas gracias ^^
Muy claro! gracias
God Bless you, men.
Porque no hay capítulo 10?
Excelente. Gracias
14 años después y siguen dando para leer el mismo texto y los mismos capítulos, gracias por subir esto!
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